—¿Qué vamos a hacer, Lina? ¡Solo faltan cinco minutos para que empiece el desfile, ¿podremos hacerlo a tiempo?— Laura estaba caminando de un lado a otro en el backstage, visiblemente preocupada.
A pesar de que Lina trabajaba rápidamente, las prendas en sus manos aún no estaban listas.
—¿Qué tal si pedimos a los organizadores que retrasen el inicio un poco más...?— sugirió Laura, pero Lina la interrumpió.
—No podemos hacer eso. Este desfile es crucial, y retrasarlo tendría un gran impacto—respondió Lina.
—Entonces, ¿qué hacemos? ¿Simplemente esperamos aquí pasivamente?— preguntó Laura, cada vez más preocupada.
Los movimientos de Lina se volvieron más rápidos mientras tomaba hilo y aguja para empezar a coser. Su mente estaba inmersa en el pensamiento, y después de un momento, dijo:
—A menos que... encontremos una excusa adecuada.
—¡Oh, a estas alturas, qué tipo de excusa sería la más adecuada?— los miembros del equipo del backstage también estaban sumidos en sus pensamientos, mir