CAPÍTULO 32. UNA MISTERIOSA PROPUESTA
Puerto Escondido, Oaxaca.
— ¡Alexia! —exclamó—. Tranquilízate por favor —solicitó.
—No quise hacerlo —expresó al mirar al médico—, lo lamento tanto —murmuró con voz trémula.
Connor frunció el ceño.
— ¿A qué te refieres? —cuestionó con voz tranquila—, estoy para escucharte —expresó al darse cuenta que aquella chica hablaba con mucho dolor—. Mírame a los ojos —solicitó, al ver como comenzaba a cambiar su postura, buscando ocultarse como si tuviera un caparazón.
—No puedo —hipó—, siento que me ahogo —dijo con dificultad la chica.
—Respira profundo —Connor estiró su mano y acercó un aceite esencial, que guardaba en su reluciente bata blanca, eso hizo que la joven enfocara su mirada en él, al percibir el aroma lavanda, cedro y manzanilla—. Cierra los ojos —solicitó.
Alexia hizo lo que le solicitó, sintiendo cómo le iba aplicando un poco de ese aceite en la sien, las muñecas y detrás de los oídos.
—Inhala profundo —pidió al colocar el pequeño roll on frente a su nariz.
Luego de perm