Capítulo 14: Roces y caricias

Mariana soltó un suspiro al ver el cuerpo inconsciente de Alec, no estaba segura si ese era realmente su nombre, pero la verdad no importaba, por suerte para él, el Doctor Hurtado guardaba otro suero en su pequeña bodega en la que almacenaba más cajas de paracetamol y desparasitantes que otra cosa. Lamentablemente, los medicamentos eran escasos y su sueldo no era mucho como para invertir en comprar más para abastecer la pequeña farmacia de su consultorio, por supuesto, en el pueblo había algunas, pero por ser las únicas que proveían muchos de los medicamentos su precio era excesivo.

La lluvia no había cesado, de hecho había empeorado dejando caer restos de gotas congeladas a las que se les conocía como granizo. Mariana desvío la vista del cuerpo inerte del joven extranjero para echar un vistazo de lo que sucedía afuera, pensó que tal vez el mal clima podría detener a esos criminales al menos mientras durara la tempestad, pero no estaba cien por ciento segura.

Se alejó de la ventana y
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo