Capítulo 119 —No fue justo, no fue noble
Narrador:
Aylin aún lo tenía a centímetros, acomodándole el cuello de la camisa, con esa sonrisa peligrosa dibujada en los labios. Roman no podía moverse. Su cuerpo empezaba a recuperar el control, pero su cabeza… no. Su cabeza solo pensaba en ella.
En todo lo que era. En todo lo que le despertaba. En todo lo que aún no había hecho con ella.
—¿Sabes qué pensé aquella noche? —murmuró Roman, la voz baja, ronca.
Aylin alzó la vista, curiosa.
—¿Qué noche?
—La primera. Cuando rompiste el jarrón. Cuando cerré esta puerta.
Aylin no dijo nada. Roman la tomó de la cintura, la alzó con facilidad y la sentó sobre el borde del escritorio, sin romper el contacto visual.
—Pensé en lo que te haría si fueras mía. Pensé en todas las formas posibles de quitarte esa ropa que llevabas… y hacerte rogar por más.
Ella no se movió. No necesitaba hacerlo. Sus pupilas lo decían todo. Estaba ahí para eso. Para lo que viniera.
Roman deslizó las manos por sus muslos, subien