Andrés decidió dejar a Brenda que siguiera hablando, no quería discusiones tontas. Se concentró en conducir y nada más.Brenda estaba muy enojada con Victoria. Alegaba que su ex amiga, de un momento a otro, comenzó a maquillarse y a verse diferente, como si lo hiciera para quitarle a Andrés. __ Yo simplemente veo a una mujer que descubrió que es hermosa, solo quiere verse diferente y lo está logrando. __ ¿Por qué hablas así? ¿Acaso la prefieres a ella y no a mí? __ No he dicho eso, no pongas palabras en mi boca.Solo una semana le bastó a Victoria para tener todo planeado y contratado. A una semana de la boda, tendría que sentarse nuevamente y llamar a cada contratista para que enviaran todo a su debido tiempo, pues no quería contratiempos y deseaba que todos los detalles fueran perfectos para su "míster perfecto".Debía regresar a la empresa y retomar su trabajo. Martha, del área de recursos humanos, la envió a la nueva oficina que se había instalado recientemente, con un nu
Daniel, en el poco tiempo que llevaba conociendo a Victoria, ya sentía algo que no sabía cómo describir. Era una necesidad de estar a su lado, de verla, de escucharla, de compartirlo todo. ¿Qué le estaba pasando? ¿Acaso se había enamorado de ella? Así se lo hizo saber a su hermano Andrés, que comenzaba a sentir algo por una empleada de la empresa. Andrés fue tajante con su respuesta, pues no quería que su hermano volviera a sufrir. Venía de un mal matrimonio, donde su esposa lo engañó y terminó quitándole mucho dinero, casi dejándolo en la calle. __ Hermano, tú eres el mayor de los tres. No quiero verte sufrir como antes, así que por ahora date un tiempo. Disfrútala de todas las formas y luego decides si es la indicada para ocupar un lugar importante en tu corazón. __ ¡¡No hables así de ella!! ¡No la conoces! ¡No es igual a las mujeres con las que acostumbras a estar! __ Disculpa, hermano, es solo que hoy en día es difícil conseguir una buena mujer, sabes de que estoy habl
—Daniel, ¿y tu acompañante? Me dijiste que vendrías acompañado de la mujer más hermosa de la ciudad y te veo aquí solo.—Está un poco ocupada, pero ya está aquí en el salón. Te la voy a presentar, hermano, porque sé que no me crees. __ No es eso, es que llevas semanas hablando de ella y nadie la ha visto. __ Dame solo un momento. Daniel se alejó de Andrés, iría en busca de Victoria para demostrarle a su hermano que decía la verdad, puesto que parecía no creerle. Al verla, llamó a Andrés a su móvil para decirle que ya la había encontrado. Se acercó a ella rápidamente y le dio un beso en la mejilla. Su hermano Andrés, al escucharlo, quiso darle el mejor consejo para la noche de hoy, pero tuvo tan mala suerte que activó el altavoz de su móvil, de modo que Victoria pudo escuchar cada palabra de él.—¡Hermano, tengo los mejores condones para que le des a esa chica por todas partes y sin descanso! Daniel colgó rápidamente, y sus mejillas se sonrojaron de vergüenza por las groseras p
—¡Vete a la mierda, Andrés! Este, al escuchar esas palabras y al ver que ella no cambiaba de opinión, la tomó de las manos y la arrinconó contra la pared más cercana. La aprisionó con su cuerpo y se arqueó hasta colocar su cara muy cerca de ella. Andrés respiraba con fuerza y, poco a poco, apretaba cada vez más el cuerpo de Victoria. Así se mantuvo, observándola fijamente, mientras su corazón latía con más rapidez. Victoria no esperaba esa reacción de él; estaba demasiado cerca, era como si quisiera besarla o violarla por la forma en que la apretaba contra él. —¡Suéltela, o gritaré! Andrés, sin mirar de quién provenía esa voz, soltó a Victoria, pero no dejó de observarla. Victoria comenzó a llorar desconsolada. Rebeca, que se había dado cuenta de que Andrés no le quitaba los ojos de encima desde que la vio, y con cierto descaro y cinismo, dejó a las personas con las que estaba hablando y se acercó rápidamente hasta donde estaba ella.Estaba conversando con las damas de honor cuando v
Daniel no podía saber que Andrés conocía a Victoria y que ella era la cita que él mismo había buscado para él, y que, por supuesto, todo había salido mal. Victoria tomó el auto de su primo David y decidió ir en busca del ramo de rosas, acompañada de Daniel. Él, al ver a Victoria muy seria y pensativa, intentó alegrarla con sus chistes flojos, pero ella sonreía a medias. Él pensó que se debía al estrés que le generaba el trabajo de ese día. Victoria detuvo el coche frente a la floristería, bajó rápidamente y le pidió a Daniel que la esperara en el coche, pero él decidió acompañarla. __ ¡Daniel! —Andrés llamó a su hermano, mientras Victoria ya estaba dentro del local. __ ¿Hermano, tú también vienes en busca de las rosas? __ ¿Yo? ¡Sí, sí vine por las rosas! – Respondio Andrés. __ ¿Qué hace usted aquí? —preguntó Victoria al ver a Andrés. __ ¡Vine por las rosas! __ Ya las tengo, debo irme. —Victoria caminó hacia su auto, debía regresar cuanto antes al salón de eventos, a
—Es mejor que te abrigues, hace frío y aún ustedes no se van.Sin tener otra opción, Victoria aceptó a regañadientes ponerse la chaqueta del enemigo.Andrés, quien estaba en la camilla de enfrente, no dejaba de mirar la abertura en el vestido de ella. Pudo haberse rasgado cuando cayó al suelo. Esta abertura casi llegaba a su entrepierna, y ella, consciente de ello, intentaba cubrirse sin éxito. Lo sorprendió observando esa zona y, en ese instante, él levantó la mirada y se encontró con sus ojos grises. Ambos desviaron la vista al instante.Era mejor pensar en las miles de cosas que la gente podría estar diciendo sobre la cancelación de la boda, pensó Andrés mientras observaba su móvil, que recibía cientos de mensajes preguntándole qué había sucedido y por qué no se había casado.David llegó a la clínica junto con Bianca para buscar a Victoria, a quien ya le habían dado el alta. Al ver a su primo, ella se alegró. Se marcharon dejando a Andrés aún con el doctor que lo atendía. Victoria
Al día siguiente, Victoria le envió a Andrés un documento en el que detallaba los gastos de la boda. Además, le devolvería el dinero no utilizado. No quería deberle ni un peso a ese hombre ni a Brenda; ellos podían acusarla de robo.Andrés, sin embargo, no deseaba que le devolvieran el dinero. Le respondió que lo dejara como compensación por los daños causados, pero Victoria y David tomaron la decisión de devolverlo. No querían problemas por algo que no les pertenecía.La histeria, el llanto y los reproches eran el pan de cada día para Andrés. Brenda lo acusaba de haber huido de su propia boda, de dejarla sola para irse detrás de Victoria. Andrés, con el brazo en cabestrillo y sufriendo un gran dolor, trataba de evitarla. No la soportaba y prefirió refugiarse en casa de sus padres. Allí, además, estaría cerca de su hermano, quien acababa de recibir el alta médica.Daniel no estaba bien; estuvo a punto de perder la pierna, y su estado de salud seguía siendo delicado. La familia decidió
En la empresa, todo marchaba a la perfección. Su hermana Karoll era una mujer muy inteligente y, en ausencia de Andrés y Daniel, se encargaba de llevar las riendas del negocio.Después de mucho pensarlo, Andrés llamó a la recepcionista para preguntarle si Victoria estaba en la empresa. Al recibir una respuesta afirmativa, le pidió que la hiciera venir a su oficina.Victoria tenía un bolígrafo en la mano y, al escuchar la solicitud de la recepcionista, comenzó a juguetear con él, señal de estrés. Mientras se dirigía a la oficina de Andrés, pensaba: ¿Cómo se estaría sintiendo Brenda si su único sueño era casarse con un hombre millonario y no lo había conseguido?Tocó la puerta y entró cuando la invitaron a pasar.—¿Me necesita? —preguntó.Andrés, con la mirada fija en unos documentos, levantó la vista al escucharla.—Quiero disculparme por lo sucedido en el tocador. No fue mi intención, no soy ese tipo de hombre.—Está bien, disculpa aceptada. Si no hay más, debo volver al trabajo.—Mi