*—Rosemary:
Debía de estar loca.
Rosemary rodeó el cuello de Nathan con sus brazos mientras se acercaba a su cuerpo caliente. El olor masculino de aquel hombre volvió a rodearla y Rosé se sintió desfallecer. No tan solo su olor, su cuerpo apretado contra el suyo hacía que su cabeza diera vueltas. Podía sentir el deseo de Nathan presionándole el vientre y una parte de ella quería ser traviesa y dar rienda suelta a aquella pasión que seguía latente entre ellos.
Sintió como los brazos de Nathan volvían a rodear su cuerpo y el mismo fuego de antes, aquel que había estado apagado, se encendió como una llamarada.
Rosemary se aferró a él mientras volvían a devorarse la boca con fervor.
¿Por qué seguía afectada por él? ¿Sería por el tiempo que tenía sin estar co