Selene
—¿Estarás bien?
La preocupación en la voz de Ilan me enterneció y, aunque me moría por decirle que no, que no me dejara; sabía que no podía ser egoísta con él. Quería que se fuera tranquilo y disfrutara de los días de caza con sus hermanos. Llevaban semanas hablando sobre el viaje y no quería ser yo quien arruinara sus planes. Aunque no me sintiera del todo bien.
—Sí, estaré bien —repetí a regañadientes por enésima vez—. Ve tranquilo. Te extrañaré, sí, pero estaré bien.
—Yo también te extrañaré, mi luna… solo dilo y cancelaré. Sabes que lo haré.
Lo sabía.
—No harás eso —lo reprendí—. Todo está listo, tus hermanos te están esperando; ve con ellos —apremié.
—Está bien… volveremos pronto ¿de acuerdo? —aceptó algo inseguro—. Si pasa algo, si me necesitas, no dudes en enviar a un mensajero y volveré de inmediato.
—Lo sé. Y no hará falta —lo tranquilicé—. Ahora, ve que te están esperando.
Ilan aceptó no muy convencido y lo seguí hasta donde el equipo de caza ya estaba esperando por é