Elena escuchaba con atención las historias de su sobrina acerca de su esposo, lo conocía muy poco ya que siempre prefirió estar en las sombras, pocas veces energía del cuerpo de Elarimil, su rencor no tenia forma de ser controlado, así que evito lastimar a su urna.
— Me dijo que esta teniendo muchos antojos de postres, estamos realmente conectados porque yo también me siento así — aseguraba mientras acariciaba su vientre—, dice también que ha soñado con nuestro hijo.
— Me da temor que sea un varón y que la maldición se los arrebate — confeso Elena.
— No será así, estoy segura de que mi hijo sobrevivirá…porque entiendo que es la maldad lo que los hace morir y en mi hijo no hay maldad alguna.
— Los Phoenix siempre se han caracterizado por la maldad — la bruja suspiro—, el padre de Isaak era muy cruel, tenia esa gran fama, Isaak “el cruel” lo llamaban, esperaban que su primogénito fuera igual, pero él no era así.
— No me has contado mucho sobre él, algo bueno debió ten