El lobo negro ahora convertido en un niño, se llamaba Einar y el lobo blanco convertido en niña se llamaba Kaira.
Kaira y Einar, con su nueva identidad y el conocimiento que les había dado la diosa Luna, vivieron escondidos entre aquellos que los perseguían, aprendiendo aquellas cosas que como lobos desconocían de los humanos, puesto que de ellos dependería su supervivencia, debian fingir ser humanos, no debían ser descubiertos.
la Diosa les había dicho que al ser adultos debían salir de ahí y asentarse en aquellos bosques de pino nevado y fundar ahí juntos la primera manada.
Cuando tuvieron la edad para convertirse nuevamente en lobos, su espíritu salvaje mostró su verdadera naturaleza. Ya no eran solo lobos y nunca habían sido humanos, ellos eran los primeros Licántropos. Eran más fuertes, más inteligentes, más poderosos de lo que alguna vez fueron.
Nunca olvidaron sus vidas como lobeznos, así como nunca olvidaron la bendición de la Diosa Luna. Cada Noche de Luna llena, cambiaba