Curthwulf me observaba fijamente, pero, no me daba algún indicio de lo que en su mente piensa. Por ello, gimoteo y me retuerzo en la cama sin poder calmar este deseo sexual por mi cuenta.
— Llamaré a Seok Min. — dice Curthwulf y yo sonrío ante su respuesta.— ¿Quieres que él sea quien sacie mi necesidad? — pregunto intentando no llorar de la frustración.— Él sabrá como hacerlo. — dice Curthwulf para marcharse tan rápido que no me permite darle una respuesta.— Maldita sea. — susurro mientras maldigo no poder calmarme por algo tan primitivo como el deseo sexual.Suspiro profundo intentando concentrarme en una calma que no logro encontrar y es por ello, que al poco tiempo aparecen lobas con mucho hielo para una tortura que no me ayuda en lo absoluto.— Señora…— ¿Cuándo van a darme algo que si me ayud