Termino de alistarme, deseando saber qué es lo que pasa conmigo y que tan cierto es eso de que yo soy una especie suprema a la que la muerte, decidió abandonar. Sin embargo, me entretengo en mis hijos y por eso, termino llegando tarde a la cena.
Pero, dejando a mis hijos con suficiente alimento para la noche y sintiéndome segura porque los he dejado en la habitación que ayer Curthwulf me había llevado en su ataque de celos.‘Aquí no podrán escuchar mi dolor y descansaran tranquilos’ me digo mentalmente dejándoles una cobija que tiene mi aroma.— Puede marcharse tranquila, señora. Estaremos bien con los bebés. — dice la niñera y yo asiento sabiendo que tienen todo en la habitación.Con un vestido completamente rojo, con un cuello en V profundo y una abertura en mi pierna izquierda, avanzo hacia el comedor donde ya está la cena sirviéndose, pero