En ese momento, Victoria apareció con muchos equipajes en las manos.
—¡Victoria! ¿Qué haces con tantos equipajes? —preguntó Ana y le dirigió una mirada muy sutil.
—Hola, tía. ¿Cómo te va? He hecho algunas compras. Me alegro verte, pero estoy muy ocupada y no puedo quedarme mucho tiempo aquí. Cuando