—Elena, ¿qué le sucedió a tu ropa? —Daniel notó de inmediato que la ropa de su novia estaba muy desordenada.
Elena, bastante sorprendida, miró hacia abajo y descubrió que su ropa estaba algo desabrochada.
—Lo siento mucho, no sé cuándo se me cayeron los botones... —se excusó rápidamente Elena.
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