—¿Qué pasó después?— Le pregunto curiosa. Adriana baja sus hombros en un suspiro cansado.

— Cuando llegamos, traté de aparentar que todo en mi vida estaba bien. Pero no era así. Fabián me miraba de vez en cuando, y las cosas no se estabilizan entorno a lo que habíamos descubierto sobre Susan. Las fotografías— Murmura y niega con la cabeza.

— Ella las descubrió entre mis cosas. Claro que la confronte pero ya era demasiado tarde.

— Esa mujer parece todo una serpiente venenosa— Interrumpo.

— Y lo es— Respira profundo— Él no me creyó. Todos estaban en la sala yo sinceramente ya no lo soportaba.

— No puedo creerlo. Ese chico, su expresión calmada y Serena— Murmuré observando desde el otro lado del barco. Todos estábamos atentos. Ya pronto. Llegaría el momento de desembarcar.

Fugazmente mi mirada pasó a todos los personajes que en este barco viajaban, en especial a la mujer de cabellos blancos y vestimenta negra llamada a si misma Black Pigeon. Poseía un cuerpo esculturalmente delgado y bie