―Ven aquí, campeón. ―Trevor tomó a su hijo en brazos. ―Eso es. ―Besó su cabeza. ―Dioses, qué grande estás, cariño. ―El bebé de siete meses sonrió igual a su madre. ―Cada día te pareces más a ella. ―Lo miró con amor y tristeza al mismo tiempo. ―Gracias por existir. ―Le besó la mejilla.
―Ma… má. ―Mir