—Jane… —dijo la pequeña estirando su manita hacia él, intentando presentarse como lo había visto en los adultos.
Johan estrechó la mano de su hija y besó el dorso con ternura, estaba embelesado.
—Creo que es hora de que Jane se vaya a dormir —dijo Lorena besando la frente de su hija—. ¿Me acompañ