—Lore… ¿podrías ponerme atención? —preguntó divertido y cuando esos ojos dorados se levantaron de su taza, se quedó sin aliento—. Ella aún cree que nuestra relación es para terminar en matrimonio, pero… yo me arrepentí.
—¿Cómo? —Lorena ladeó la cabeza como un pequeño cachorro.
—Yo… Quiero… Tomarme