—Lo adquirió por 4,4 millones de euros, señora —contestó Álvaro desde el asiento del conductor.
—¡¿Estás diciendo que Frida tiene 4,4 millones de euros en un solo dedo?! —exclamó Hugo al lado de Álvaro.
—Una fracción… El diamante era muy grande y se mandó a cortar. Tal vez un millón solamente… —re