—¿Podemos ir? —preguntó con docilidad y una mirada suplicante.
—No lo sé, ese carnaval se vuelve una cuna de indigentes y gitanos…
—Pero… solo a la presentación de ballet…
—A ti no te gusta el ballet, Frida —dijo Gerard con desconfianza y le arrebató el volante.
—No me gusta bailarlo, pero si