(Enero 1, 2015, Zermatt, Suiza.)
(Olga Rostoff)
Desde que deje su habitación la pasada noche buena, lo he estado observando, no es la belleza masculina personificada, pero vaya que está a solo dos pasos de serlo.
Con esas facciones duras y bien esculpidas, un cuerpo bien trabajado y un porte de Rey, lo cual es, aunque solo sea de la mafia y nadie salvo los del bajo mundo lo sepan; es todo un manjar para la vista de las féminas de este hotel, pues tanto huéspedes como empleadas no dejaban de admirarlo. Y como no si sé que es lo que tiene entre las piernas, pues es un manjar que ya he probado.
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