“¡Felicidades, Señor Ferguson!”.

“Felicidades…”.

......

Todos parecían estar interesados en este breve intercambio, pero rápidamente pasó al olvido.

El tercer artículo de la subasta era un collar de perlas negras de una belleza asombrosa.

Era un collar antiguo con tres perlas negras paragónales de 15 mm que tenían un tono de bronce natural. Era precioso, único, elegante e impecable. Ni siquiera había un precio de referencia en el mercado porque era sorprendentemente caro y único.

El collar se encontraba en la caja blanca, emitiendo una luz fría.

Todos los presentes parecían contener la respiración.

Los expertos de la industria sabían que este collar valía una fortuna.

¡Su valor superaba incluso la suma de los dos artículos anteriores!

Después de un momento de silencio, el anfitrión sonrió. "No hay un precio inicial, así que oferten con libertad".

No había duda de que este collar no tenía un precio marcado.

Después de un poco de conmoción, la gente comenzó a ofertar una tras