Ava DeCostello
New York
–Lo mismo me ha dicho Yelena – Sollozó Ary – Pero no puedo Ava, no para de hablar del bebé de Janice, del bebé que esperan Eryx y tú y la verdad es que, no me siento bien, ni de escuchar que mencione eso, que no tendremos nunca él y yo.
–Ary, escúchame por favor – Le pedí – La ciencia ha avanzado a pasos agigantados y sí tú, quisieras darle un hijo a Philip, yo podría hasta ser su vientre para que nazca mi sobrino y nada me haría más feliz, siempre se tienen opciones.
Veía la negativa en el rostro de Ary, pues el ofrecimiento era genuino, yo no perdería nada y ganaría mucho al traer a mi sobrino o sobrina al mundo, ha habido casos hasta de las propias madres de las afectadas, prestan su vientre para que sus hijas tengan a sus propios hijos.
–Ava, yo no quiero ser madre – Declaró Ary con seguridad – Gracias, por tu ofrecimiento, de verdad, significa demasiado para mí, que tú quieras llegar hasta eso para ayudarnos, pero no me vi y nunca me veré atendiendo a un