Ava DeCostello
New York
Sabía que Eryx, me estaba ocultando algo y que por ello había enviado a Ary con el pretexto, que mi suegra la buscaba, pero no era el lugar, ni el momento adecuado, para abordar a mi esposo y menos habiendo tanta gente alrededor. Mi amiga Janice, necesitaba descansar, después de todo lo que había pasado, debía sentirse agotada, después de dar a luz.
–Eryx, vamos a despedirnos de Janice y vayamos a nuestra casa – Le propuse a mi esposo – Janice, tiene que descansar, después de todo lo ocurrido en el día de hoy.
–Sí, mi hermosa morena. Vamos a despedirnos.
Mi esposo y yo, nos acercamos a mi mejor amiga y nos despedimos de ella, que sonreía demasiado contenta por lo que acababa de vivir y además, ya le había enviado la foto a Caleb, de su bebé vestido de Yankee, causando un revuelo en el padre.
–Te dejaremos descansar amiga – Le dije a Janice – Tienes que dormir, porque a partir de aquí, tu hijo no te lo permitirá, ¿No se te ofrece algo?
No me había gustado dejar