Al ver que estaba oscureciendo, Vanessa miró a William y sugirió:
—Ya se está haciendo tarde. ¿Por qué no vuelves a casa a descansar? Yo me quedaré aquí y me ocuparé de todo.
William negó con la cabeza.
—Me quedaré con Mariah. Ustedes dos deberían irse a casa y descansar.
Vanessa vaciló, sintiendo el peso de las relaciones tan complicadas entre todos, lo que solo hacía que su dolor de cabeza empeorara.
Luca observó con una expresión distante y le dijo a Vanessa:
—Vanessa, quizá deberíamos irnos. Isla nos está esperando en casa, y con William aquí no creo que haya ningún problema.
A regañadientes, Vanessa asintió, especialmente después de ver el silencio de Mariah, y decidió marcharse.
Mientras tanto, Leonardo seguía grabando un programa y no había revisado su teléfono.
Cuando por fin terminó la filmación, Leonardo agarró su móvil… solo para que su manager se lo quitara al instante.
—Leo, tenemos otro compromiso. Vamos, ha sido un día largo, pero lo estás haciendo muy bien.
Leonardo du