Ares dio un pequeño respingo, observo a la mujer frente a él y casi trago en seco, por todos los dioses, estaba más que seguro que ella no vendría aún
Pero allí estaba, tenía una pequeña sonrisa en sus labios, sus ojos negros brillantes y de la nada levantó una ceja
La clara muestra de que esperaba una respuesta, aunque fuese lo bastante consistente, con sus palabras, era lo mínimo que podía hacer
Él incluso había contestado su teléfono, no más que eso, sus palabras, ahora que las recodaba, no eran las más adecuadas
Podrían interpretarse de una manera no tan sensata, sin contar que él había amenazado al que se suponía que era su novio hacía poco
Estaba más que seguro que ella pensaría de la manera equivocada, tanto así que dio un largo suspiro y hablo algo apresurado
Aunque sabía muy bien que tal vez sus palabras no serían bien interpretadas
—Lo lamento yo… Yo la verdad es que no quería contestar, pero…
—Eso no lo creo, así hubieses querido contestar, no lo hubiese hecho y ya, así que