27: Sorpresa de cumpleaños.
Ámbar.
—Melly, ¿podría usar el baño?
Cuando Ian me trajo a este lugar sin siquiera haberme encontrado con Elian, algo dentro de mí me gritaba que algo grande estaba por pasar.
—Por favor, señorita Wallace, ¿cómo va a preguntar eso? ¡Por supuesto! Está en el fondo a la derecha.
Jamás me hubiese imaginado lo que ocurriría, y lo mucho que me haría sentir volverlo a ver después de mostrarle mi anillo.
En cuanto le echo una vista rápida a todos en la mesa al notar a Ian demasiado distraído con la misma Melly, y a Carly tratando de convencer a Sebastian para que coma algo, ya notoriamente pasada de copas, trago hondo armándome de valor para ir al baño de damas.
En donde Elian hace unos minutos ha entrado, y está esperándome.
Su cuerpo pega con el mío de forma íntima, nuestras miradas se encuentran y mi piel se eriza quedándome unos segundos inmóvil; siento cada parte de mi cuerpo temblar con solo su presencia, por la forma en la que me ha estado mirando toda la noche, con tantas ganas de ha