Punto de Vista de Mia

La pantalla de mi laptop brillaba suavemente con la luz de la tarde que se desvanecía mientras abría el chat grupal. Tres rostros aparecieron en sus respectivas ventanas: el cabello rojo fuego de Scarlett, inconfundible incluso en el pequeño recuadro; la cálida sonrisa familiar de Jeo; y mi propio reflejo cansado devolviéndome la mirada.

—¡Ahí está! —la voz de Scarlett crepitó a través de mis bocinas—. Nuestra brillante arquitecta por fin nos honra con su presencia.

—Perdón por la tardanza —dije, ajustando mi pantalla—. Estaba revisando los últimos estudios del terreno.

—Hablando de eso —Jeo levantó un montón de papeles—, tengo algunas ideas sobre el diseño del jardín terapéutico. La integración con la vegetación existente es genial, Mia, pero ¿has considerado agregar un jardín de mariposas? A los niños les encantaría.

—Eso es... en realidad brillante. —Alcancé mi bloc de dibujo, ya visualizando las posibilidades—. Podríamos crear un espacio dedicado cerca del jar