CAPÍTULO 24:
Una
cita
corriente.
Andrea estaba realmente feliz aquella tarde, ya que Ebrain la había invitado a salir aquella noche. El plan era sencillo irían a jugar a los bolos y luego a cenar, tuvo que convencer a Tuka para que la dejase hacerlo y se sentía realmente agradecida por que la mujer la hubiese dejado.
Se encontraba junto a él, admirando como jugaba en una máquina de matar zombis, parecía estar ganando, y no paraba de lanzar gritos de alegría al aire cada vez que mataba uno.