Cap. 36 Al fin fuera
“¡Estás vivo!
—Así es y dispuesto a reclamar mi trono y todo lo que es mío”
Edward llenaba sus pulmones de aire puro, nada de ese aire rancio que apestaba a muerte y desolación.
—¿Cómo sobrevivió?—preguntó Amber.
—Creo que resultó casi tan loco como esas cosas—dijo Rayle.
Edward estaba de cara al piso viendo la verde hierba del campo, Gerald se le acercó:
—¿Te encuentras bien?
—Solo quiero dormir, hace tiempo que no lo puedo hacer—se tiró en el piso y se quedó profundamente dormido.
Amber estaba incómoda y les dijo:
—¿Qué haremos ahora con él?
—De seguro se levantará con hambre y yo debo—se remangó la camisa—pescar truchas.
Fue al río a pescar y los demás miraban con suma atención al rey tirado roncando en el piso.
Preparando todo para el viaje
Astrid supervisaba que todo lo grandioso y ostentoso de Uchaelom fuese trasladado a Vlaeron, entonces fue a ver a Acsa que era atendida por su doncella.
—Tu cabello mejoró.
—Imagino que es la felicidad de saber que él está vivo.