Capítulo 86

Esas palabras de ella lo prendieron fuego, emborrachándolo de ella, James tomó aire e hizo un movimiento con sus caderas, presionando contra el interior de sus muslos, su mirada gris fija en él, sus manos ahuecando el rostro de ese apuesto. hombre, James mantuvo un brazo sobre la cama y bajó la otra mano a su muslo, acariciándola al principio, sintiendo toda la suavidad de su piel, toda su sedosidad, luego pasó su mano detrás de sus rodillas, ambas manos y la levantó pierna, Helena ya tenía sus piernas alrededor de la cintura de James y cuando él la atrajo hacia sí sintió la fuerza de su erección.

Sus labios se tocaron y una poderosa energía los atravesó, James sintió que toda la necesidad de poseerla lo desgarraba, movió sus caderas más, apretándose contra ella, y probó esos dulces labios, una ola de placer y necesidad lo consumía.

Necesitaba estar dentro de ella lo antes posible, pero no iba a apresurarse.

Helena sintió la presión de la erección de James, estirándose y s