Me enfrenté a John Chase con su mirada negra e intimidante.Se inclinó haciendo una reverencia llena de cinismo, una sonrisa lasciva en la esquina de sus labios.— Mi comandante, no puedo pasear con usted ahora, necesito comparecer al baile. — hablé, intentando ser diplomática.Me miró y sacudió la cabeza.— Sobrevivirán sin tu presencia, además es un paseo de unos minutos, princesa. Él no me estaba dando otra opción, aunque sus palabras eran pulidas y sus gestos delicados, yo veía en sus ojos que él era un hombre que nadie decía no, y por lo que estaba viendo, ni siquiera una princesa.Le di una sonrisa amarilla y seguí por el pasillo, hacia los jardines del palacio, mis guardias me acompañaron y el comandante Chase se posicionó a mi lado, caminando.Mantuve mi postura altiva y mis ojos fijos en el camino hacia adelante, con mi visión periférica lo vi mirándome, analizándome exactamente como lo haría un depredador, y creo que eso es exactamente lo que John Chase era, un depredador.D
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