Capítulo 9. Corazón Roto
[ARI]
De pequeña, cuando tenía pesadillas, papá me solía repetir que abrazara a mi almohada, era mi ángel de la guarda que siempre me cuidaba. Casi siempre recuerdo haber abrazado la almohada para todo. Si me dolía el cuerpo por enfermedad, cólicos o cansancio, si tenía miedo, si estaba feliz, si necesitaba llorar… sentía que era la única que me vería en cada etapa y no me juzgaría, no me haría sentir débil. Mi ángel de la guarda también era él, que siempre estaba para mí. Sin embargo, ahora tenía mucho miedo, y él lo estaba conmigo.
O no del todo.
Sin papá me sentía sola, y sí, estaba la abuela y el abuelo conmigo, pero no era igual. Quería a papá de regreso. Ahora no había nadie que escuchara mis tonterías o bobos lamentos.
Supongo que tenía razón en enojarse aquel día. Fui una tonta.
Cuando era ingenua, me rompieron el corazón. .
De eso ya, hace una semana.
—Necesitamos hablar, Ari, las cosas no son como piensas…
—Te digo la verdad, nena. Hay una explicación y, sé que fui un