Capítulo 78. Tempestad emocional
[ACTUALIDAD]
[ARI]
—Quiero declinar.
El abogado Müller cerró el documento de golpe.
—¿No sabes lo que estás diciendo?
—¿Esa es una pregunta? —Bufó —. Sé lo que estoy haciendo.
—No, no lo sabes. Tu padre ha hecho hasta lo imposible por protegerte.
—¿Protegerme? ¿Usted sabe acaso lo que he vivido gracias a esas mujeres? Él permitió qué me hicieran la vida imposible todo este tiempo.
—No te hicieron daño. ¿Sabes que clase de mujer es Rávena y quienes son sus amistades?
—Ahora sí —bajé la mirada —. Solo haga lo que le estoy pidiendo. Seguramente mi tío ya habló con usted.
—Lo hizo, pero…
—Bien, entonces hágalo. Dele todo a esas mujeres.
Tomé mi mochila, me puse de pie y salí del despacho sin cambiar de parecer.
Tanto tiempo dormida y ahora que recordaba todo, solo quería huir… huir y proteger a mi hijo.
[UN MES ANTES]
EL DÍA DE LA CENA FAMILIAR.
—Oye, te amo.
—Yo a ti, beba. ¿Puedes decirme ahora, por qué estamos tan cariñosos?
—No lo sé, siento que tengo que decírtelo muchas veces.
Ethan