Capítulo 37. Un tema pendiente
[ARI]
Antes de que pudiera darme la vuelta para abrir las puerta, se levantó de prisa y me rodeó con sus brazos. Fue ahí cuando mis sentidos despertaron y mi fuerza de voluntad cayó en profundo sueño. Me embriagué con el delicioso olor de su perfume, mis ojos se tornaron de nuevo llorosos y tanto mis piernas como mis manos temblaron. En mi estómago volaban vivaces una manada de alegres y estúpidas mariposas ilusas y ni hablar del cosquilleo que me inundó en lugares que no debía mencionar. Estaba hecha un caos ahí abajo.
Me odiaba por dejarlo acercarse tanto, pero sin tener una sola idea de por qué, él me hacía sentir segura.
Sacudí mi cabeza y traté de apartarlo, pero fue en vano.
—Estamos en la universidad…
—Eso no me importa. Realmente estaba preocupado —Señaló, alejándose para ver mi rostro —. ¿Estás bien? ¿Dónde estuviste? ¿Quién era el tipo de la camioneta que parecía bastante cariñoso?.
Cuando preguntó eso comprendí todo.
Estaba celoso, o eso parecía. A estas alturas no podía en