Capítulo 127. Sin su permiso
[CONTINUACIÓN]
—Sí, de hecho hay algo —manifestó, rascando su barbilla —. ¿Crees que tu hermano quiere divorciarse de su esposa para pedir la mano de mi Ari?
—¡Oye! ¡¿Qué…?!
Lo miré incrédula, con un trozo de lechuga saliendo de mi boca abierta.
A diferencia de la expresión que creería ver en el rostro de Daniel al voltearlo a ver, lo encontré sonriendo con sorna, sin despegar la vista de mi padre.
De inmediato me envió una mirada furtiva de "Tranquila, lo tengo bajo control" desde su puesto y ni se inmutó.
—¿Quiere que le responda eso?
—Cuida bien lo que vas a decir. Soy psiquiatra y cualquier cosa que digas, puede ser usado en tu contra.
—Eso lo dicen los fiscales, papá.
—Sí, pero no puedes engañar a un psiquiatra tampoco.
—En primer lugar: eso no va a suceder y si sucediera, no sería un problema para mí. La seguiría amando —mi padre puso sus ojos en blanco —. Con respecto a lo otro: ¿Un psiquiatra puede engañar a alguien? —Inquirió, juntando sus manos al frente, poniendo aquella ex