Capítulo 114. En Guerra
[DOS SEMANAS MÁS TARDE]
—¡Créeme, Ari, ya no las soporto! —Keisi se frotó las sienes y me miró en busca de auxilio —. Esas dos lunáticas van a volverme loca.
—Entonces ya serán tres.
—Tú no me entiendes —se acercó para susurrar —. No hacen nada, se la pasan todo el día en el teléfono, chismoseando o hablando de los doctores más guapos del hospital.
—¿Ah, sí? —le di una escasa mirada. Mis ganas de hacer esa pregunta que sería muy obvia a los ojos de cualquiera, crecía con cada segundo que pasaba. Al final me decidí a hacerlo —. ¿Y… del doctor Park… tam… bi…én?
—El doct… Un segundo. ¿Te gusta?
—No, claro que no.
Keisi elevó una ceja y a la vez entrecerró los ojos. Yo ni siquiera me atreví a verla. Podía ver que sonreía con malicia a través del espejo pequeño que estaba pegado a la puerta de uno de los casilleros y sabía lo que estaba maquinando.
—¡Te gusta!
—¡Ya dije que no!
—Eso explica por qué se te queda viendo tanto cada vez que pasa por recepción… o llega antes que todos a quirófan