43 - La desesperanza.
Estaba sentado en su sillón, observando a la mujer que chantajeó, a través de una cámara. Ella estaba comiendo algo, despreocupada y con la vista puesta en esas jaulas llena de personas.
Era obvio que estaba pensando y no debía confiar. Era notorio que estaba trazando un plan con la mente al fin de cuentas, es una Brusquetti, y ser astuta lo lleva en la sangre.
— Tengan cuidado con ella. En cualquier momento puede atacar — dijo sonriendo.
— Han pasado varios días, señor, y no ha hecho nada.
— Lo sé. Ella sabe que la observo.
Y eso, era verdad. Holly con cautela, había memorizado todos los lugares de las cámaras de seguridad, evitaba hablar y a la vez, actuaba de forma normal. Cada tanto, removía la cerradura en su tobillo, para evitar lastimarse más, ya que el metal era pesado.
El lugar nadie lo limpiaba, y ya comenzaba a tener olores desagradables. Holly estaba un tanto acostumbrada, pero no todos los días. Ya los días de residencia habían sido en vano, no tenía prácticas, y aunque e