[EDDY]

Sin Lucas, que se molestó en despertarme, quizá pensaría que estaba viviendo un sueño, pero no, era real.

Apenas bajé del autobús —esquivando a Amanda, que trató de empujarme en el paso —mis ojos se iluminaron ante la majestuosa vista verde que se encontraba frente a mí, en un espacioso y agradable bosque, con árboles perfectamente ordenados y altos, muy muy altos y majestuosos. Como era de esperarse, había un camino trazado y a medida que comenzamos a avanzar entre los árboles, arbustos y plantas, más me convencí de que estaba enamorada de este sitio.

No había donde perderse, o bueno, no si no entrábamos a las profundidades del sitio y sin un guía que conociera el lugar.

El sol de mañana ya estaba calentando, y nos detuvimos a descansar al llegar a un pequeño arroyo de agua naciente, donde cada quien aprovechó para llenar sus botellas de agua para tomar y refrescarse el rostro un poco. De veinticinco alumnos que íbamos, creo que era la única que se distraía observando cada rin