[CONTINUACIÓN]

—¿Y si?.

Lucas negó.

—Hice mi tarea, bebé. Vinicius Pearsons es un adicto al juego, que, aprovechando la suma prestada a mi padre, extrajo dinero del capital sostenible de la empresa y lo usó en casinos en Estados Unidos. Él conocía la situación de mi padre y sabía lo que estaba pasando, la cosa aquí es probarlo, y así poder desestimar la demanda. Quizá no pueda probar que es inocente, porque no lo es del todo, pero puedo demostrar que los Pearsons no son confiables, y su demanda tampoco. Hacerlos retroceder hasta llegar a un acuerdo. Eso quiero.

¡Cielos! ¡Ese hombre era increíble, y era todo mío!.

Vamos, Eddy, tienes que calmarte.

—¡Wow! Aparte de médico y empresario reconocido, también eres abogado.

Lucas rio.

—Apréciame, tienes suerte de tenerme —se engrandeció.

Solté una risita.

—¿Hay algo que no puedas hacer?.

—Nada, soy el número uno de la clase con reconocimiento honorario, soy mejor que tú con la música y puedo cocinar…

—Claro —exclamé irónica —olvidaba que me v