Raúl se sentía feliz, al parecer en esa empresa todos eran unos estúpidos, porque le contrataron y creyeron su mentira de que habia sido llamado para firmar su contrato.
- Bueno en ese caso bienvenido señor Raúl Kim – menciono la mujer que atendía el área de recursos humanos.
- Gracias – dijo sonriendo con arrogancia, ya que habia entrado… lo que significaba que sería pan comido.
- Si… bueno gusta seguirme – hablo la chica abriendo la puerta de su oficina - ahora mismo le enseñare su área de trabajo.
- Claro, ya tengo ganas de convivir con mis compañeros – empezo a decir el pelinegro, siguiendo de cerca a la chica que lo guiaba por los pasillos hasta llegar a una puerta – yo sé que podre apartar mucho a los nuevos proyectos de la empresa y… - dejo de hablar de golpe al ver donde se encontraba, ya que regreso a esa zona donde estaba la basura.
- Sabes, la verdad me alegra que te presentaras muy rápido – indico la chica girándose y dedicándole una gran sonrisa - ya que necesitábamos a a