Miraba el cielo azul jadeando y con el cuerpo adolorido.
-¡esto no funciona!
Le grité a cierta personita molesta que habita en mi bonita cabeza.
Como se le ha hecho costumbre... no contestó. Creo que está tratando de hacer que me acostumbre a su ausencia.
Me senté en el suelo gimiendo de dolor.
-me lleva la--
-Courthney, esa boca.
El regaño de Edwuard me hizo levantarle mi dedo medio.
-ya que no haces nada más que joderme, te haré hacer algo productivo. Mueve tu trasero de ahí y levántame.
Escuché su risa burlona y luego sus pasos dirigiéndose hacia mí.
-crei que podías tu sola.
-si, podía sola lado primeras cuatro horas. ¿Sabes qué esto es explotación?
Lo miré acuasadoramente cuando estuve de pie.
-no me mires así, tu fuiste la que nos encerró aquí a los dos. Yo no te obligué. Tu me trajiste a la fuerza porque no querías quedarte 10 horas sola en este lugar. No he movido un dedo desde que empezaste a practicar... casi me quemas dos veces y no me quejé. Así que al menos, mírame bien.