-aja, claro.
-¡eres mí destinada!
Deje de mirarlo y llene el interior del tronco con hojas.
-¿es difícil de creer acaso?
No te exasperes, no te exasperes...
Metí un pie dentro del tronco decidida a "dormir"
Me agarró del brazo.
Con todo el coraje del mundo. Levante el pie y patee su estómago. Cuando se lo agarro gimiendo de dolor agarré un puñado de su cabello y le obligué a mirarme.
-escuchame chico, no se si tu estúpido cerebro no trabaja pero cualquier idiota se daría cuenta de que no te quiero cerca de mí, que no te daré mi confianza y que no conseguirás nada de lo que buscas. Así que tú mejor opción es largarte y no volver, a menos que quieras que patee más abajo y te impida usar esa porquería.
Por muy amenazante que sonara el tipo solo me miró asombrado y con un brillo en los ojos.
Luego sonrió.
-eres genial.
Y tú un masoquista.
Lo empujé hacia atrás y me metí de espaldas en el tronco.
Desde el interior lo miré desafiante.
El solo dio la vuelta y se subió a un árbol, desde arrib