Pablo
¡Dios, que aburrimiento! Al fin llegó el invierno y no hay nada qué hacer. Quiero divertirme y poner mis propias reglas, y para eso necesito una fiesta, una gran fiesta de abertura invernal.Caminé relajado hacia el Cómite de Preparación Invernal. Son amigos de la familia desde hace tiempo y no se negarán a una petición del hijo del gran Matheo Venan. Los guardias no me dicen nada cuando entro y tampoco se interponen en mi camino cuando interrumpo la junta.
-Joven Venan, dice sorprendido German, el presidente de todo esto.
-Salgan de aquí, digo serio y todos los presentes salen dejando solo a German.
-En qué le puedo ayudar, joven?, toma asiento a un lado de la mesa y yo en la cabeza, como siempre.
-Estoy aburrido y quiero hacer una fiesta pero no puede ser mi idea ya que los supervisores se enfadarían,