69 - Como en los viejos tiempos.
Keila había sido testigo de aquello, por lo que sonrió esperando alguna respuesta de parte de su amiga; además, esperaba que pudiera divorciarse y seguir con su vida, con alguien que realmente, le brindara la seguridad que se merecía.
Cuando llegó a la casa, Enzo ya la estaba esperando en la entrada, junto con Cristhian. Ella no le brindó ni una sola mirada, y esperó paciente a que su esposo se adentrara en el interior del vehículo.
— ¿No le hablarás? — Negó —. Sabes que hay problemas más serios que ellos dos.
Indignada, pidió al chofer que se detenga.
— Bájate — pidió Enzo la miró incrédulo —. Bájate o me bajo yo.
— Pero, ¿por qué?
— Nada es más importante que mi amiga, excepto tú. — Aquella respuesta, dio un toque de felicidad a Enzo.
De hecho, ya era un hombre feliz a lado de ella, pero oír de la boca de ella, era algo inexplicable de explicar. Un sentimiento reconfortante y puro. Keila era de esas mujeres puras, sencillas e inocentes, incapaces de mentir, solo porque debía h