Sara se movía por medio de su habitación, estaba impaciente, no podía creer que ellos sí hubieran hecho eso, las cosas no estaban saliendo bien, o eso era lo que ellos creían.
El lugar estaba en silencio y ella estaba un poco paranoica, se encontraba sola en casa porque sus padres habían salido a la rutina diaria de las citas de su mamá.
Un fuerte golpe en la parte de abajo la hizo salir rápido su habitación y bajar las escaleras para averiguar que estaba pasando.
Sarif estaba en el piso bocabajo estrategias se encontraba la persona que pensó que jamás volvería a ver
—Hola hermosa — Dijo Ronald
—¿ qué haces aquí? — preguntó ella con su voz temblando
—¿ no es obvio? —ella negó asustada.
— no, no lo es y no lo quiero saber, ahora? Qué le hiciste?— Dice ella mirando al piso donde se encuentra desmayada su hermana.
— no me gustan los caos sueltos, ella siempre fue un caos suelto, y me encargué de ella — Sarah intentó acercarse para saber si estaba viva, pero Ronald negó