Capítulo 52Apenas las palabras del Alfa retumbaron en el salón, los ancianos se volvieron contra Aurelio, heridos y sintiendose traicionados.—¿Es cierto lo que afirma nuestro líder? —gruñó uno de ellos, golpeando la mesa con el puño mientras sus ojos se abrían de indignación.Aurelio bajó el tono de su voz, sosteniendo la mirada de Matthew, sintiéndose traicionado. Jamás imaginó que el Alfa revelaría su secreto para salirse con la suya.Pensó que lo guardaría por el bienestar de Cecilia y de su propio cachorro, Pero Matthew no tendría compasión, no cuando nadie lo había tenido por Amelia.El ambiente se tornó denso, se podía sentir la tensión que provocaba la traición. Los ancianos, enardecidos, le gritaban sin piedad, acusándolo de haberlos engañado, de haberles hecho creer que Cecilia era la loba destinada a ser su Luna.—¡Es una bastarda! ¡Nunca debió rozar el trono de la manada! —exclamo uno de ellos, dejando escapar su rabia.El más anciano del consejo, con movimientos lentos
Capítulo 53Los ojos de Noel se abrieron curiosos, aquella noticia era un baldado de agua fría.Una sonrisa ladina se dibujó en su boca, al ver cómo las manos de Cecilia temblaban, con un evidente nerviosismo.—¿Qué acabas de decir? —pregunto acercandose hacia ella, para asegurarse de que su mente no le estaba jugando una mala pasada.Cecilia apretó los labios, dispuesta a todo por esa obsesión de ganar el corazón de Matthew, y golpeó la silla al levantarse con determinación.—¡Yo sé quién es la loba blanca! —soltó en un gruñido frio, las palabras le secaban la garganta.Noel, le pidió con un gesto que se calmara, el lobo estaba disimulando la alegría que aquella información le causaba. Le ofreció un trago rápido, el también necesitaba uno, para disimular la felicidad que brotaba por sus poros.Sabía que, si quería que esa información , debería negociar con cautela, y evitar que la negociación se fuera al diablo, debía pensar con cabeza fría.—¿Que precio me pedirás a cambio de la
Capítulo 54Después de aquella amenaza que le heló la piel con una voz tan fría como cortante, lo único que Matthew deseaba era llegar hasta Amelia.Ella lo esperaba en la pequeña cabaña, con el alma nerviosa, pensaba en el fondo de su corazón, que la respuesta de los ancianos no sería favorable. Y aún así, estaba dispuesta a enfrentarlo todo… por su cachorro, por su amor incondicional por Matthew, su Mate.Cuando Matthew cruzó la puerta, no dijo nada. Se acercó sin pensarlo tomó su rostro entre las manos y le dio un beso suave, Con el le daba la seguridad de una buena noticia. Amelia se aferró a él, no quería que ese momento entre los dos desapareciera, aferrarse a amor de Matthew le daba paz.—¿Te dijeron que no... verdad? —susurró ella, con los ojos llenos de pesomismo, sin alguna esperanza después de haber luchado tanto por amor.Matthew sonrio coqueto y travieso, esa sonrisa una que solía usar cuando quería molestarla un poco, pero esta vez no pudo seguir el juego. Sabia que
Capítulo 55Cecilia sabía que estaba a punto de perderlo todo, hizo una pequeña pataleta, mientras sus manos temblaban y su corazón latua con tanta fuerza en su pecho que la hacia sentirse agitada, el aire le faltaba y hablaba con dificultad.—¡No puedes someter a tu hijo a esa humillación! Jake es tuyo —rugió, golpeando con los puños el pecho de Matthew.Estaba desesperada, su mentira podía salir al descubierto.El Alfa se mantuvo firme como una roca, La sostuvo de los brazos, apretándolos con una fuerza mientras la miraba fijamente a los ojos.—¡Siempre será mí hijo! — respondió con los ojos enfurecidos —. No me importa si todo fue una mentira, si usaste alguna artimaña. ¡Él es mi hijo! —su voz se quebró un instante—. Pero necesito saber la verdad. Necesito saber si nos engañaste a Amelia y a mi para separarnos.Cecilia, con los ojos abiertos de miedo, se giró hacia Amelia. En un arranque de desesperación, e hizo algo que nunca pensó, le pidió ayuda.—Por favor… evita que esto pas
Capítulo 56Cecilia no podía casarse con Phillippe, la idea era desagradable, le causaba el peor escozor.A pesar que los dos disfrutaban de la pasionalidad de la cama, ella nunca lo amo, solo lo vio como la mejor estrategia que podía usar para tener a Matthew a su lado.El único lugar que se le ocurrió donde le podían dar refugio fue la manada Sun, aunque tenía miedo, de no saber cómo enfrentar al lobo que seguramente le recriminaria lo que había pasado.Luego de un largo viaje dónde tuvo que atravesar el bosque lodoso, lejos de sus privilegios lobiles, llegó a la mansión del Alfa Noel.Con la voz temblorosa, sus labios que temblaban sin control y su voz entrecortada le explico lo que habia sucedió.—¿Ya no eres la Luna de Redmoon? —Noel camino alrededor de la loba con una copa de whisky en su mano, que parecía una extensión de su cuerpo.—No, ellos se casarán pronto, por eso debe intervenir ahora —explico Cecilia intentando impulsar al lobo a lograr sus objetivos aplazados.Noel rel
Capítulo 57—Sigue caminando, Amelia —le pidió Matthew, su voz era apenas un susurro contra el ruido de la lluvia.Pero ella no pudo moverse.Sus pies estaban clavados al suelo mojado, su respiración acelerada y sus ojos fijos en la silueta femenina que se acercaba con un vestido rojo como el pecado. No era solo la ropa, ni la sonrisa altiva. Era la energía. La presencia. Algo en esa mujer le heló la sangre.—¿Quién es ella? —preguntó, sin apartar la mirada, aunque lo que realmente necesitaba era la verdad que se escondía en los ojos de Matthew.Y la encontró, miedo, el Alfa estaba aterrado y confundido ¿Quien era ella?Esa mirada perdida, esa sombra en la mirada de su Mate que ella conocía tan bien, solo significaba que un nuevo peligro los rodeaba.Greta llegó hasta ella con seguridad sin tener que pedir permiso para irrumpir dónde no fue invitada, Le dio un beso en la mejilla a Amelia, y su contacto fue tan frío que pareció lastimarla.—¿Quien eres? —Amelia le pregunto directamente
Capítulo 58El caos estalló como una bomba en la fiesta. La gente corría en todas direcciones, tropezando unos con otros, buscando refugio, mientras los guardias se movían rápido, formando un cerco cada vez más cerrado.—Deja a mi hermana —suplicó Matthew, alzando una mano, su voz ss sentía desesperada, preocupada por la locura del lobo.Vicente lo miró, los ojos tenían una llama de fuego provocada por la rabia.—¿Tu hermana? —soltó, con una risa amarga—. No lo sabía... Pero qué bien que lo sea, así entiendes lo que se siente perder lo que amas.Amelia dio un paso al frente, su pecho aún no se recuperaba del dolor que sintió, Pero se acercó desesperada al ver a Ximena llorando, temblando de miedo y confusión. Ella no había hecho nada malo, solo había venido a la manada para estar con su hermano, para apoyarlo el día de su boda.—Me iré contigo —dijo Amelia con voz firme intentando controlar la situación—. Pero déjala.Vicente alzó la mano, pidiéndole que se acercara. Pero Matthew ins
Capítulo 59Los ojos de Noel no se detenían.Escaneaban cada rincón de la casa, como si esperaran que, de un momento a otro, ella apareciera entre las sombras. Podía sentirla, como un susurro en el aire, olfateaba esa esencia que lo obsesionaba. La loba que lo había salvado estaba cerca, lo presentía.Había logrado entrar. Ahora solo le quedaba esperar.—¿Cómo te sientes? —La voz de Matthew lo trajo de vuelta. Sonreía, aunque su mirada estaba cargaba de cansancio.—Mejor… creo —respondió Noel mientras se acomodaba con algo de torpeza en la cama—. ¿Y ella?—Recuperándose —Matthew dio un paso al frente y le extendió la mano—. Gracias, de verdad. Mi esposa pudo haber muerto.Noel entrecerró los ojos con una sonrisa discreta.—Solo estuve en el lugar y momento justos. Nada heroico.Matthew parecía del todo convencido con esa humildad improvisada. Su tono cambió, necesita hablar con sinceridad.—Amelia es una loba blanca, y necesito que eso quede entre nosotros. Si otras manadas se enter