Aria
La ansiedad que me da saber que Alec podría morir después de lo que hizo me desvanece durante algunos minutos, y despierto gritando, con varias personas tratando de calmarme.
—No, no me voy a calmar, no, no lo haré —digo retorciéndome para que me suelten—. No pienso quedarme de brazos cruzados