—Doctor, soy su mamá —le informo—. ¿Cómo está mi hijo?
—Vamos a necesitar operarlo, señora —me dice—. Se confirmó la apendicitis. Y usted tiene que firmar el…
—Sí, sí, lo que sea, pero tiene que curarlo —lo interrumpo—. Quiero verlo, por favor, por favor.
—De acuerdo. Él está preguntando por usted.