Los minutos siguientes fueron caóticos para Kelsey, quien esperaba una respuesta por parte de Román; para Renán, quien comenzó a imaginarse las causas más terribles por las que su amigo no hubiera llegado a su apartamento y para Román, quien se negaba a pensar siquiera que su amigo tuviera algún problema.
–Román, ¿qué pasa?, ¿sabes algo?
–Eh..., no, no, él se fue anoche con Renán para llevarlo a su casa, espera un momento –dijo y le pasó su teléfono al piloto para que informara a Kelsey.
–Hola Kelsey, verás…, el me dejó frente al portón de mi casa, nos despedimos y quedamos en vernos hoy, no ha llegado aqu&iacu