CAPÍTULO 21. NEGLIGENCIA
Cómo todas las mañanas Joel llegó por mi, hoy era uno de esos días que odiaba, teníamos clase de educación física, la detestaba y particularmente ese día hacía mucho calor.
Antes de entrar al salón, fui al baño y cuando regresé, ya todos estaban sentados en sus lugares, tuve que desfilar por toda el aula para llegar a mí puesto.
Joel me miró apenas entré a la clase, absolutamente concentrado en mi persona, detallando cuidadosamente cada uno de mis movimientos, con sus brazos flexionados trás su cabeza.
Yo solté un suspiro y me dirigí hasta mi lugar, con tan mala portuna de tropezar, no me caí pero si dejé caer mi maleta al suelo, Joel inmediatamente la alzó y me la pasó.
Sus ojos miel tenían un particular brillo el día de hoy, me encantaba que me mirara así, con ojitos de borrego.
Salimos al patio, en shorts y camiseta, pero vi que Joel no se quería quitar el saco, se me hizo extraño, el maestro Botero insistió y se lo tuvo que quitar... No tenía nada abajo. Sus abdominales bien trab